Mecánica de Newton
de por medio, la física clásica sirvió durante mucho tiempo para
explicarlo todo sin grandes inconvenientes, por ejemplo el
movimiento de los planetas en nuestro sistema solar. Cuando se
intentó bucear en las profundidades atómicas, en lo inmensamente
pequeño, hubo que desarrollar una teoría alternativa: la
mecánica
cuántica. Al comprobarse en términos experimentales,
dentro de los límites dimensionales de nuestra realidad
cotidiana, que la velocidad de la luz en el vacío era constante,
independiente de la velocidad relativa de la fuente y el
observador, fue necesario construir la
Mecánica
Relativista, que ha sido confirmada dentro de
nuestros medios observacionales. Pero, al mirar galaxias cada
vez más lejanas aparecieron fenómenos inesperados, corrimientos
al rojo en su luz, que –de acuerdo a interpretaciones
construidas a partir de la concepción relativista convencional-
parecen indicar que el universo se está expandiendo
vertiginosamente, “es como si” lo estuviera haciendo, forzando
la idea de una singularidad –un origen, un
Big Bang-
en que todo habría comenzado. Los cosmólogos se limitaron a
explicar los acontecimientos suponiendo que a nivel universal
seguía siendo válida la relatividad convencional, en lugar de
construir una nueva teoría acorde con el nuevo orden de
magnitud, haciendo lo necesario para evitar esa
singularidad inicial.
¿Por qué tienen que valer
las mismas leyes cuando explosivamente cambian los órdenes de
magnitud? ¿Por qué esta situación es diferente que cuando se
debió aceptar la mecánica cuántica o la relativista para
entender la naturaleza? ¿Por qué no salvar la singularidad en
lugar de jugar a describirla o justificarla? ¿Por qué esta
cobardía? ¿Por qué se ridiculiza a quienes lo intentan? |