Se fue un grande, un león. Cuando muere un personaje como LEÓN FERRARI prefiero estar contento y no triste, porque existió y tuve oportunidad de conocerlo. Será imposible encontrar otro “personaje como LEÓN FERRARI”.

 

Conocí a LEÓN FERRARI a comienzos del 66, a los 17 años; aunque nuestro contacto directo fue escaso, su influencia fue definitiva. Pablo Ferrari (hijo mayor de León, entonces compañero del Nacional de Morón y del Curso de Ingreso a la Facultad de Ciencias Exactas, gran amigo) me introdujo en el arte moderno del Di Tella y me invitó a la legendaria casa de la familia en Castelar. Deambulando por ese castillo/fábrica descubrí la que después sería su más famosa obra:  “Civilización Occidental y Cristiana”. Desde aquella época mi vida fue distinta, mejor, sin la comodidad de creer, sin miedo al infierno, sin el respaldo del Selecciones del Readers Digest.

ECS JUL2013

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