Para creer que nada pasó, siete años después del
Katrina han montado un show turístico en el
French Quarter de New
Orleans.
Agentes del
gobierno advierten a los visitantes que no deben mirar
fuera de esas cien manzanas, porque podría ser peligroso (lo es, y
mucho). Quienes se animan de inmediato ven restos
de destrucción a pocas cuadras.
Muchos tuvimos la esperanza que un acontecimiento
climático singular en su territorio, portentoso como aquel huracán
inusual, podría ponerlos en alerta sobre los
peligros del cambio climático en parte por
ellos generado y hacerlos reaccionar.
Pero, la civilización de consumo sigue engatusando a propios y extraños. |